El Encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego
En los inicios de la presencia española en México, en el valle de Anáhuac y después de una conquista dura y dramática, en un lugar significativo para el mundo indígena, en el cerro del Tepeyac, surge en breve una iglesia dedicada a la Virgen María bajo el nombre de Guadalupe, que no es la misma advocación de la de Extremadura en España, y que con una fuerza increíble se convierte en punto de atracción devocional en señal de una nueva hisdtoria religiosa y de encuentro entre dos mundos, hasta ese momento, en violenta y dramática contraposición.77