"Ha hecho en mí maravillas..."
Aprovechando las valiosas enseñanzas del gran Pontífice San Pablo VI, hombre providente de la Iglesia y profundamente devoto de la Santísima Virgen María, Mons. Enrique Glennie Graue, nos enseña en este libro que, si bien el culto a la Virgen de Guadalupe se expresa de múltiples maneras y con diferentes manifestaciones: culto litúrgico, peregrinaciones, ofrendas, sacrificios personales, danzas, cantos, veladoras, flores, etc. todas estas expresiones –la mayor parte de ellas nacidas de una sensibilidad muy típica de nuestro pueblo- están llenas de un rico contenido humano y religioso que se multiplica por millones en cada uno de los devotos peregrinos que se acercan a la «Casita Sagrada» del Tepeyac; sin embargo, el culto a María debe estar caracterizado por una profundidad nacida de una fe madura y a través de la cual se vayan viviendo todas las dimensiones que la Iglesia nos enseña, empezando por su índole Cristocéntrica. Así pues el magisterio de san Pablo VI nos ilumine en nuestro camino de encuentro con Jesucristo, en la Iglesia, a través de Santa María de Guadalupe.