Agradezco mucho a los sacerdotes formadores, así como a todos los seminaristas del Seminario Diocesano de la Inmaculada de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, donde fui invitado a dar seis pláticas sobre la Virgen de Guadalupe en esta Jornada Teológica que organizó esta gran Institución.
Muchísimas gracias por todas sus atenciones y gentilezas y, especialmente, por ese gran interés que manifestaron con tanto ánimo y entusiasmo.
Nuevamente, muchas gracias
Mons. Eduardo Chávez